Héroes para una nueva ilustración
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Alberto Etchegaray
En el siglo XVIII, el siglo de las luces, tuvo lugar "la Ilustración", esa oleada modernista que buscaba educar a las personas mediante las luces de la razón. Se pretendía que todas las personas entendieran que la razón humana podía combatir la ignorancia, la superstición y la tiranía, y construir así un mundo mejor.
En el actual Chile políticamente fragmentado que vivimos, tan llenos de eslóganes de lado y lado, está llorando a gritos la necesidad de una nueva Ilustración. Una Ilustración que combata no ya la tiranía de monarcas absolutos pero sí la tiranía de los eslogan. No la ignorancia de analfabetos pero sí el oscurantismo de análisis de políticas públicas sin los adecuados estudios, evaluaciones costo/beneficio que justifiquen su adopción. En fin, una Ilustración que se traduzca en una reingeniería a la manera en que se desarrollan las discusiones públicas en el país.
¿Y por qué esto es tan relevante? Porque las últimas encuestas vienen mostrando hace meses una tendencia inquietante: los chilenos, consultada su opinión respecto de las principales reformas impulsadas por el actual gobierno, se encuentran completamente divididos acerca de su conveniencia. Según la encuesta Adimark, un 50% desaprueba y un 45% aprueba la reforma a la educación. Un 48% desaprueba y un 43% aprueba la reforma tributaria. Un reflejo del discurso público de nuestras autoridades y políticos, en donde no se admiten matices argumentativos.
La gran mayoría no discute que la sociedad chilena necesita seguir avanzando en mejoras por mayor equidad. Por justicia y también para mejorar nuestra productividad. Y eso pasa inevitablemente por mejorar la calidad y equidad de nuestro sistema educacional, así como otras reformas que ayuden a mejorar nuestra competitividad de largo plazo. Pero esa conversación racional acerca del proyecto de país en el que se debería enmarcar la reforma educacional y las otras reformas se ha visto desde el inicio marcado por esta bipolaridad que muestran las encuestas. Y así es difícil generar conversaciones fructíferas.
A propósito de este problema me acordaba de lo traumático que también había sido en EEUU la aprobación de "ObamaCare", el nombre de fantasía que la prensa gringa le puso a la reforma dirigida a mejorar el sistema de salud de los norteamericanos. Su principal objetivo era darles acceso a servicios de salud al alcance de sus posibilidades, mejorando la calidad de los servicios, regulando la industria de aseguradoras y reduciendo el gasto innecesario. La ley entró en vigencia hace un par de años con la firma de Obama, ("Affordable Care Act"), pero la realidad es que ObamaCare es el resultado de décadas de análisis, evaluaciones, discusiones de gobiernos republicanos y demócratas.
Vuelvo ahora a nuestra necesidad de una nueva Ilustración para Chile. Lo clave en la ilustración del siglo XVIII es que en Descartes, Locke, Newton, Galileo y Hobbes tuvo a sus principales paladines en promover la fuerza de la razón. Y los héroes son importantes porque catalizan de manera sana los cambios. Los que necesitamos en Chile ahora son otros héroes que promuevan la racionalidad, la empatía argumentativa. Héroes que sean verdaderos líderes.